Hay retos económicos, de velocidad y ancho de los trazados que se deben resolver.
Los 2.500 kilómetros de vías férreas que se tienen proyectados para Antioquia serán claves para el desarrollo del departamento, aunque requerirá gran esfuerzo económico, mejorar las condiciones técnicas y deberá integrarse a otros sistemas de transporte como el de carga y de pasajeros por carretera. Así lo explicó Mario Santiago Hernández Arango, docente del programa de Ingeniería Civil de la Universidad de Medellín.
“Antioquia tiene migrar y buscar un sistema ferroviario que conecte a sus 5 regiones, es fundamental hoy con el Puerto de Urabá tener un sistema férreo que nos lleve o que nos conecte a toda esa columna vertebral de Antioquia, desde el Valle de Aburrá hasta el Puerto de Urabá pero también es fundamental generar sistemas férreos entre Medellín y Bogotá”, explicó.
En la actualidad, el Gobierno de Petro está ejecutando el Plan Nacional de Desarrollo, centrado en la rehabilitación de las vías férreas. Se plantea la creación de sistemas de trenes de cercanías en ciudades como Bogotá, Cali y el Eje Cafetero, proyectos que se han estado desarrollando durante varios años. Además, se pretende extender estas mejoras a tramos más largos que conectarán regiones como el Catatumbo, Medellín, el Golfo de Urabá, Girardot y Barrancabermeja. También se está considerando la posibilidad de establecer un tren de alta velocidad que conecte Medellín con Bogotá.
“Claro porque los sistemas férreos tienen unos costos iniciales muy altos pero al proyectarnos en el tiempo, los ahorros y los beneficios son incalculables”, dijo.
Retos técnicos y con el gremio de transporte terrestre
Sin embargo, la construcción y rehabilitación de estas infraestructuras enfrentarán, según indicó el docente, varios problemas, entre ellos el trazado de las vías férreas, la estructuración y construcción de las mismas.
Por ejemplo, los trazados actuales están hechos para velocidades de operación de 60 y 70 kilómetros por hora pero ya se requieren valores más altos para que el sistema sea funcional.
“Otro tema importante que tenemos es que al ancho de la trocha, que es la separación que hay entre los rieles por donde van los rieles y que tenemos hoy construida a nivel nacional es un ancho de yarda, que son 90 centímetros, y digamos que hoy a nivel internacional los trenes más comerciales son de ancho estándar que es el ancho de yarda y media y eso también involucra un reto en la reconstrucción de esas vías férreas”, precisó Hernández Arango.
De otro lado, la llegada en el futuro de este sistema implicará retos con el transporte por carretera.
Para Samir Echeverri Ceballos, director ejecutivo de la ATPA (Asociación de Transportadores de Pasajeros), hay algo de recelo con la construcción de los sistemas ferroviarios en el país.
“Vemos con ojos incautos el poder tener estos proyectos ferroviarios porque cada día nuestra demanda se ha venido perdiendo y este tipo de proyectos vemos que puede ser una amenaza para nuestros servicios. Sin embargo, trabajando de la mano con el Gobierno Nacional, con las entidades que están trabajando este tipo de proyectos, podemos vincular y dar nuestra experiencia en transporte intermunicipal para que podamos ser complementarios en servicios conexos en esta probabilidad y esta intermodalidad en cada uno de los servicios que tenemos”, dijo Echeverri.
El profesor Mario Santiago Hernández agregó al respecto que el sistema ferroviario no puede verse como un elemento de competencia a los sistemas de transporte convencionales que hay en Colombia.
“Para largas distancias, el tren es mucho más competitivo que lo que puede llegar a ser un sistema de transporte neumático, por carretera convencional, pero eso no quiere decir que por la llegada de uno vamos acabar el otro, es un tema complementario en donde como Nación tenemos que desarrollar un plan logístico nivel nacional en donde todos los grandes implicados en los sistemas de transporte, ferroviarios, marítimos, aeropuertos y de carreteras se integren y todos puedan jugar un papel importante”, concluyó.