En 2025, la inteligencia artificial revolucionará la moda con diseños personalizados y textiles innovadores.
El 2025 será un año marcado por la dualidad en el diseño, donde las innovaciones tecnológicas y la apreciación por las raíces culturales convergerán en la moda y los espacios. Las tendencias globales no solo reflejarán los avances en Inteligencia Artificial y sostenibilidad, sino también la conexión con la artesanía y los materiales naturales.
Según expertos en moda y diseño de espacios de la Universidad de Medellín. Este enfoque refleja un cambio significativo en las prioridades del diseño, respondiendo tanto a las demandas de un consumidor más consciente como a la necesidad de adaptarse a contextos cambiantes en sostenibilidad y tecnología.
En el ámbito de la moda, Tatiana Unibio Rincón, coordinadora del programa Diseño y Gestión de la Moda y el Textil, señala que tres tendencias principales moldearán la industria: “Digitopía”, “Vínculos Reparadores” y “Restauradores”
La primera, “Digitopía”, representa la integración de la inteligencia artificial en las prendas de vestir, abriendo posibilidades como estampados únicos y volúmenes innovadores en el diseño textil. Este enfoque se combina con colores vibrantes y efectos tornasol que resaltan el potencial creativo de la tecnología.
En contraste, “Vínculos Reparadores” es una respuesta a la industrialización, promoviendo la conexión con lo local y lo artesanal. Aquí destacan técnicas ancestrales y un enfoque en materiales sostenibles que resaltan la riqueza cultural. Finalmente, los “Restauradores” se enfocan en la sostenibilidad ambiental, planteando soluciones que minimicen el impacto ecológico y fomenten un consumo más consciente.
En el diseño de interiores, Nora Cristina Henao Betancur, coordinadora del programa de Diseño y Gestión de Espacios de la Universidad de Medellín, enfatiza cómo las tendencias reflejan un equilibrio entre lo tradicional y lo contemporáneo.
“Materiales como el mimbre, la madera y las texturas naturales evocan un regreso a lo natural y sostenible, mientras que la introducción de colores brillantes y elementos translúcidos responden al interés de generaciones más jóvenes, como la Z, por un diseño que combina estética moderna y funcionalidad”, dijo la docente, quien además destaca cómo la sostenibilidad no solo influye en los materiales, sino también en las técnicas de fabricación, buscando un impacto mínimo en el entorno.
Estas tendencias no solo ofrecen nuevas perspectivas en el diseño, sino que también reflejan una transformación en la forma en que los consumidores interactúan con los productos y espacios. La combinación de tecnología, sostenibilidad y respeto por las raíces culturales definen un futuro prometedor, donde la creatividad y la responsabilidad se encuentran para redefinir el diseño en todos sus aspectos.
